Hoy en día, las películas de comedia han
bajado drásticamente su calidad, recurriendo a chistes de escusado,
chistes que a pesar de que sean sencillos, llegan a hartar a la audiencia,
asquearla, pero entre todos los directores de comedia respetables, está Edgar
Wright.
Edgar Wright es un director británico con una filmografía muy
reducida (cuatro películas), pero a pesar de esto, ha demostrado que puede hacer
comedia de una manera sencilla jugando con las escenas. Él junto con los
actores Simon Pegg y Nick Frost, se involucrarían en crear
una trilogía de "parodias", parodias no de películas en
específico, como acostumbran filmes como "Scary movie" o "Loca
academia de pilotos", sino de un genero completo cada una de ellas.
La "trilogía del cornetto", a diferencia de otras trilogías,
no es lineal, cada una tiene su propio universo, lo único que
las mantiene conectadas son los mismos actores, mismo director, mismo
humor y cameos de cornettos, cada uno de sabor distinto para la ocasión.
La primera entrega se estrenó en el 2004, siendo una comedia romántica de
zombies, llamada "Shaun of the dead", relata la historia de
Shaun(Simon Pegg), un inglés que jamas sale de la rutina, y esto llega a
molestar a su novia Liz, ademas de vivir con el inútil de su amigo
Ed(Nick Frost), un día su novia termina con la relación, pero a la mañana
siguiente Shaun y Ed descubren que hay un brote de epidemia zombie, Shaun
decide ir a rescatar a Liz y a su mamá junto con Ed. Llena de varios clichés
de películas zombies, parodiando especialmente las películas de
zombies de George Romero, y con un humor negro bien cargado, "Shaun
of the dead" en palabras de Wright fue "tratar de hacer una comedia
zombie diferente a lo que Sam Raimi y Peter Jackson ya habían hecho"(Evil
dead II y Dead alive(Braindead),respectivamente).
La segunda entrega salió tres años después, originalmente se pretendía
continuar la historia de Shaun y compañía, pero al final se optó por hacer una
historia sin tener nada de relación con la pasada, esta secuela a diferencia de
“Shaun of the dead”, fue una parodia de las películas policíacas estilo “Lethal
weapon”, “Bad boys”, etc. Dicha película llevaría el nombre de “Hot Fuzz”, y en
ella, se da la historia de Nicholas Angel (Simon Pegg), un policía muy bien
capacitado, resultando ser el mejor de la fuerza metropolitana, pero por el
hecho de hacer quedar mal a sus compañeros de trabajo, es trasladado a un
pueblo en donde no pasa nada, pero poco a poco irá descubriendo que nada es
como aparenta ser, junto con su nuevo amigo Dany (Nick Frost), van a ir
investigando todos los secretos que oculta el pueblo, y darlos a conocer a sus demás
compañeros. Una película carga de acción y más comedia, viendo de nuevo el
ingenio de Pegg, Frost y Wright en pantalla.
La última película de esta trilogía fue “The world’s end”, estrena en el
2013, en donde se cuenta la historia de Gary King (Simon Pegg), un alcohólico
que vive en el pasado, recordando los buenos tiempos de cuando era adolescente
junto con sus otros cuatro amigos, así que un día decide reunirlos a todos para
tratar de hacer la “milla de oro”, un recorrido por los doce bares de su pueblo
originario, recorrido que trataron de hacer el ultimo día en la secundaria,
pero sus amigo ya tienen buenos empleos,
se han distanciado y han madurado a diferencia de Gary, al final los convence y
empiezan el recorrido, pero se darán cuenta que el pueblo donde crecieron ha
cambiado, y enfrentarán una invasión extraterrestre. Película que rescata la
premisa de la película de los 50’s “The invasion of body snatchers”, y con un
enfoque un poco mas maduro que sus antecesoras, “The world’s end” nos sume en
un mundo lleno de sorpresas, humor negro y al mismo tiempo en el tema de
crecimiento, una buena manera de concluir una trilogía llena de diversión.
La trilogía del cornetto puede sonar algo repetitiva, pero a pesar de
que reusen ciertas dinámicas, terminan por no hartar al espectador, dándoles variables
que hacen sacar muchas risas, son películas que resaltan entre otras del mismo género
por ser originales, y tener un humor simple que funciona y no harta.