Entre los grandes directores de la animación, hay un en particular cuyos trabajos han influenciado a varios cineastas, principalmente por la manera en como cuenta historias, haciendo que estas sumergían al espectador en un mundo surrealista donde nada es lo que parece, este director es nada más y nada menos que Satoshi Kon.
El proyecto con el que se dio a conocer, fue una película de terror psicológico, llamada "Perfect blue", un film descrito como: "Si Alfred Hitchcock y David Lynch hubieran hecho un anime".
La historia se centra en Mima, una estrella de pop que pertenece a un grupo de cantantes de gran renombre, pero Mima decide que es la hora de ser algo más, así que renuncia al grupo y empieza a abrirse paso por el mundo, convirtiéndose en una actriz de televisión; pero con ello le empezarán a ocurrir cosas que amenizarán su integridad. Un fan la comenzará a acechar y empezar a mandarle amenazas por la decepción que se llevó al ver como dejo de ser algo que él amaba. Es una premisa aterradora, que tendrá unos cuantos giros de tuerca y que en algún punto logra perder al más atento de los espectadores.
El filme de Perfect blue da mucho material de estudio, no solo cinematográficamente hablando, sino también psicológico, ya que lidia con los temas de la vida diaria, lo que uno es por dentro y la imagen pública que se da, en otras palabras, lidia con la parte de los alter-egos. Una vez que la película termina, deja bastantes cosas a cuestionar, ligadas a lo anterior dicho, y el tema de dejar a un lado la inocencia y madurar.
Es una película donde uno debe prestar mucha atención, esto debido por la forma en como Satoshi Kon te lleva de una escena a otra, en un parpadeo puedes estar en otro escenario, uno de los motivos por los cuales la película genera una sensación de subjetividad, además de presentar ambientes tétricos donde cualquier cosa puede pasar en cualquier momento.
Sin Perfect Blue no existiría "Requiem for a dream", ni "Black swan", no es secreto que Darren Aronofsky ha sido fuertemente influenciado por Kon, de hecho le fascinó tanto el film, que adquirió los derechos para llevar a cabo una adaptación live-action, que nunca de concretó, pero ese aprecio que le tiene a la película perduró en los proyectos que desarrolló.
Requiem for a dream, basada en la novela del mismo nombre, trata de la historia de un grupo de personas adictas a las drogas, y cómo van tocando fondo. La premisa no tiene nada que ver con la película de Kon, sin embargo rescata la forma en cómo contar una historia perturbadora, de hecho parece como si el mismo Kon hubiera dirigido la película, ya que la edición de algunas escenas es muy rápida y además llega un punto donde algunas cosas son irreales, siendo ejecutadas de una manera efectiva, a parte de que recrea un escena de Perfect blue, escena de expresa una sensación de auto-desprecio.
En Black Swan es diferente lo que rescata Aronofsky, aquí rescata la idea de una historia que tiene que ver con los alter-egos, solo que en vez de darle un estilo cercano al de Kon, como lo hizo en Requiem for a dream, le da un estilo más propio. La película trata de una bailarina que quiere ser la mejor de su clase, pero en el camino se verá en vuelta en situaciones algo extrañas, como con su mamá, su instructor, su rival, entre otras cosas.
Black Swan es una película que al principio uno no sabe exactamente que es lo que está pasando, pero al final todo tiene sentido, ya que al igual que Perfect blue tiene unos giros de trama.
Perfect blue por otro lado, es más compleja, ya que la excelente dirección de Kon hace que el espectador se pierda fácilmente al jugar con lo surreal por medio de la edición e imágenes que son presentadas, una vez que se termina de ver el filme, a pesar de qué hay una resolución definitiva, deja pensando al espectador haciendo que se pregunte, que fue y que no lo fue, además de contar con unos cuantos simbolismos referentes al rompimiento de la inocencia y la imagen que uno da al mundo.
Las tres películas tienen lo suyo, sin lugar a dudas Satoshi Kon, por poco conocido que fuera, influenció en la creación de ciertas obras que hoy en día cualquier persona puede apreciar, ya que logran crear una emoción en el espectador, así como jugar su mente.
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